Cuando el vecino cruza la ruta nacional 22 hacia el sur se imagina chacras, barrios cerrados y calles rurales donde la sombras de las arboledas cubren varios metros. Pero a poco de internarse entre las plantaciones se empiezan a ver decenas de micro basurales desperdigados a orillas de las calles.
Desde particulares a empresas prefieren ensuciar las veras de las plantaciones de manzanas y peras que trasladarse al basurero municipal al norte de Roca. La cultura de ensuciar al otro se puede ver en cercanías del barrio chacra Monte, en la calle Alvaro Barros y también al costado de la ruta provincial 6.
Si bien se realizaron denuncias en la Secretaria de Medio Ambiente municipal, los basurales crecen todos los días sin que media se realice ninguna acción para impedirlo. Ocasionalmente se puede ver a vecinos de la zona discutir con automovilistas que se acercan a tirar la basura. El escrache mediante una foto al auto o al propio infractor es la única herramienta con la que se cuenta para luego exponerlo en las redes sociales.
Lo que puede ser un lugar para mostrar al que viene de afuera se convirtió en una basurero que no solamente contamina los costados de los caminos rurales si no que puede traer serios problemas a los productores frutícolas que suelen ser visitados por los compradores extranjeros y nacionales. Los parámetros de producción exigidos obligan a que los entornos de las producciones tambien se tomen en cuenta a la hora de decidir a quien comprar pues nadie quiero que su comida se produzca entre la basura.