En el último micro de Irreverentas, Claudia Ramírez propuso una lectura feminista y profundamente política de El Eternauta, conectando la icónica historieta —y su reciente adaptación— con las memorias colectivas de lucha y resistencia. Sin spoilear, destacó la frase “lo viejo sirve”, recuperando la potencia del pasado como insumo para los combates del presente.
Claudia evocó a esas eternautas de la vida: las abuelas que buscaron y aún buscan a sus nietos, las que enfrentaron represiones, las que viajan en el tiempo sosteniendo la memoria. Con ellas, afirmó, aprendimos que en contextos adversos no hay salvación individual: nos seguimos necesitando.
«Somos nietas de abuelas que buscaron a sus nietos, herederas de un feminismo transgeneracional que viaja en el tiempo», afirmó.
Criticó el desfinanciamiento sistemático de instituciones como el INCAA y el CONABIP, pero celebró que producciones argentinas —«con truco, barbijos y bandas sonoras de ‘la Negra Sosa’— triunfen globalmente pese a la «miseria planificada».
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