En este nuevo encuentro de Salvo el crepúsculo, nos detenemos en la obra de Lydia Davis, escritora estadounidense nacida en 1947, reconocida por su maestría en el microrrelato y su aguda capacidad de observación. Escritora, ensayista y traductora —de autores como Flaubert y Proust— Davis ha cultivado un estilo singular, minimalista, donde cada palabra carga con un peso específico.
En sus cuentos, muchas veces breves como un suspiro, Davis esquiva las tramas clásicas para explorar obsesiones, gestos, equívocos, relaciones que titilan en el límite de la intimidad. Historias como “Amigos aburridos”, “Iluminada” o “El final de la historia” despliegan el humor sutil y la perplejidad que atraviesan sus textos.
Sus relatos no buscan conmover con golpes de efecto, sino con verdades pequeñas, a veces incómodas, dichas con una precisión casi quirúrgica. Leemos a Davis y nos reímos, nos inquietamos, nos reconocemos. Porque en esa mirada sobre lo mínimo, algo esencial se revela.
Con voz propia —y poderosa— Lydia Davis se afirma como una de las autoras fundamentales de la literatura contemporánea. En sus cuentos, como en este micro, lo pequeño importa.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar