Luego de 5 años de funcionamiento en la ciudad, el Cine Rex brindó ayer su última función y desde hoy comienza a desmontar pantallas y butacas en el edificio de calle Avenida Roca 1577.
Este hecho se enmarca en el conflicto que sostuvo la empresa con los propietarios del inmueble, que no pudo resolverse tras las mediaciones judiciales, y finalmente desenlaza con el cierre de las dos salas de cine «comercial».
Alina Iturbe, propietaria de Cine Rex, compartió reflexiones sobre la importancia del proyecto emprendido, y resaltó su valor, que no sólo representó una inversión de gran envergadura (que tuvo que sostenerse con pagos al día aún en pandemia y ASPO) sino que además se traduce ahora en una pérdida desde la oferta cultural para vecines de la ciudad, que tal vez no tienen los medios para viajar cuando quieren disfrutar de una película y la experiencia de verla en la pantalla grande.
«Quiero agradecerle a la ciudadanía toda, porque nos ha acompañado y ha apoyado este proyecto» remarcó Alina,
y comentó que no pierden las ganas y el entusiasmo de volver a abrir el Cine en otra locación, tomando los aprendizajes y recaudos necesarios tras esta experiencia en «el Rex».
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Foto: Juan Thomes