Con pocos recursos y mucha solidaridad, los niños y niñas que asistieron todo el año al Hogar «Ninquihué», tuvieron su fiesta de Navidad, dando por cerrado el año en la casita.
La coordinadora del Hogar, Nilda Martinangelli, hizo un balance de lo que fue el año 2023, destacando el aporte de la comunidad y de un par de comercios que aportan alimentos para el desayuno, almuerzo y cena de los 26 chicos y chicas.
«Fue un año muy difícil y no se proyecta un año mejor, pero con el aporte de la gente y la ayuda de la provincia que aporta los sueldos y algo de dinero (alrededor de $300.000) para todo el año, pudimos hacer que los chicos coman, se vistan, tengan ropa y hasta medicamentos», destacó Martinangelli.
Agregó que una de las características que le llamo la atención este año es que «varias mujeres se alejaron de sus hogares, dejando a sus hijos en manos de sus padres».
Consultada sobre donde estarían esos niños y niñas sino tuvieran el «refugio» de barrio Alfonsina Storni, no dudó y respondió: «en la calle».
«Lamentablemente, sino tuvieran el hogar, muchos de ellos estarían literalmente en la calle, con los peligros que esto implica. En la casita tienen contención, apoyo escolar, higiene, ayuda en casos de enfermedades, un plato de comida y una cama. Ojala el año que viene podamos seguir brindado esta ayuda para estas criaturas», dijo la mujer que lleva varios años ayudando a niños y niñas de los sectores más humildes de los barrios.