El próximo miércoles 7 de diciembre a las 22 horas se presentará Luis Aguilar y Oscar Costantino en el Club de Arte «El Biombo» con «Tangos intimos II».
A sus 76 años Luis cuenta algunas de esas nostalgias de la niñez y la juventud en su Buenos Aires natal, más específicamente en el barrio de «La Boca», donde vio pasar gran parte de la historia argentina, con sus inmigrantes en el puerto, en la mejor época del peronismo, con el floreciente Club Boca Juniors y sus grandes ídolos, pero también siendo espectador de la época de oro del tango.
Vivía a una cuadra del riachuelo, desde donde aprendió, no sólo a bailar el tango, sino a tocar uno de sus instrumentos protagonistas como es el bandoneón. «A los 10 años ya sabía bailar, porque una prima que vivía en casa me enseñó», dice recordando aquellos conventillos donde se crió.
Fue espectador privilegiado en la bombonera viendo a «rojitas», una gloria del club bostero, a Antonio Ratín y tanto otros. Disfrutó de la música de las grandes orquestas, escuchando o bailando en las salidas con la barra de amigos, cuando el tango lo inundaba todo: en la radio, el cine, los cafés y cabarés, clubes y hasta en los carnavales muy frecuentes en La Boca.
Aguilar aclara que todo eso se fue perdiendo cuando ingresó la música foránea y el cambio cultural del ’55 lo obligó a escuchar otros ritmos, de lo contrario «quedaba fuera» de lo que le gustaba a su generación, dice, aunque el tango se tomaría revancha para volver algún día.
Llegó la juventud, los estudios, la política y la época oscura de la Argentina, donde los que tenían algún posicionamiento político eran detenidos y desaparecidos. «El que era delegado de mi curso, que militaba en Montoneros, fue desaparecido. El problema es que yo no estaba en esa organización, pero sí estaba en su agenda. Eso me hizo pensar en salir de ese lugar y viajar al sur. Pusimos el dedo en el mapa y elegimos el valle», recuerda.
Luis llegó trasladado de un organismo nacional conocido como Casa de Subsidio (actualmente Anses) y a su trabajo le agregó otro como fue la radio, desempeñándose como jefe de informativo en Radio El Valle y con programas como «Mirando al sur», entre otros.
El periodismo, la radio, la música y esas melodías que retornaron a su vida desde la niñez, como un eco metálico del conventillo de chapas y maderas, o con la imagen de su padre, al que no le gustaba bailar mucho, pero que se paraba al pie del escenario a escuchar las orquestas de quienes hoy son grandes figuras del Tango.
¿Y por qué no?…Animado por los recuerdos, decidió en el 2013 estudiar canto y así surgió Barrio de Tangos, «Tangos intimos».
Por estos días vuelve a presentar «Tangos íntimos II», por la vuelta. Lo hará junto a Oscar Costantino e invitados como Gabriela Guala (piano y voz) y Ander Perea Da Silva (bandoneón).
A sus 76 años Luis Aguilar vuelve a la música ciudadana, quizá rememorando la conocida frase de «pichuco» Troilo: «Dicen que me fui de mi barrio, ¿cuándo?… ¿pero cuándo?…si siempre estoy llegando».
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