El médico Juan Cruz Astelarra, ex Director de Epidemiología de Río Negro entre los años 2004-2005 realizó un análisis crítico sobre el impacto a nivel social de la pandemia en el país y la provincia y dió un detalles sobre esta especialidad médica, que tiene por objeto de estudio y tratamiento a la población en su conjunto cuando se enfrenta a una epidemia, «la sociedad tiene su sistema inmune y varía de una ciudad a otra, incluso de un barrio a otro» afirmó.
El médico, integrante además de la Asociación Rionegrina de Equipos de Salud publicó un documento donde brinda un análisis epidemiológico del impacto del Covid 19 en la sociedad, cómo varia su complejidad y sus efectos según cada lugar con determinadas características socio económicas, ¿cómo se defiende una sociedad cuando enfrenta a una epidemia?
Aquí algunas citas del documento Pandemia de COVID 19 en Rio Negro:
La epidemiología
«En epidemiología el objeto de estudio y tratamiento es una población, así como en la clínica es el individuo. Esto hace que se deban adaptar herramientas y estrategias a veces muy distintas a las que nos han enseñado como médicos, y aún a todas las que hemos desarrollado como generalistas».
La pandemia
«La pandemia que estamos viviendo se ha presentado muy compleja. La información disponible es tan abundante que tiende a ser muy confusa. Los datos son disímiles, producto de las diferencias de las fuentes. Distintas capacidades de recolección y procesamiento de datos, distintos momentos epidemiológicos, distintas respuestas, distintas sociedades que reaccionan de acuerdo a sus culturas y experiencias, y también distintos gobiernos que ofrecen sus formas de ver y de analizar la pandemia».
Lo que se sabe
«Lo que se sabe con seguridad es que es producida por un virus, el Covid-19 del que ya se conoce su genoma; que su velocidad de propagación es muy alta; que la puerta de entrada y salida es por mucosas y aparato respiratorio; que al ser una mutación nueva toda la humanidad es susceptible; el grupo de población más afectado son los adultos mayores, con mayores proporciones de casos graves y de muertes; no hay tratamiento específico; las medidas más eficaces para frenar su propagación es la protección individual con elementos adecuados y el distanciamiento social, el aislamiento».
Lo que no está claro
- La tasa de letalidad (N° de muertos/N° de enfermos): ¿qué se pone en el denominador?, los positivos por testeo, que depende de a quien se le hace, los graves, los sintomáticos, los contactos, a la población a demanda. Cada situación genera un número distinto y cambia mucho la tasa. Están tomando cada vez más importancia los asintomáticos, entre un 20 a 50 % según distintos trabajos, por testeo viral y serológico. Esto también influye en los casos más graves, lo que complica enormemente hacer cualquier proyección para evaluar necesidades de camas de UTI y respiradores (…)
- La difusión viral; ante la baja cantidad de testeo, no se han contabilizado casos leves ni
asintomáticos. El seguimiento se hace principalmente con los muertos». - El tiempo de duración, ni total ni de cada etapa, ya que ningún país ha podido dar por terminada la pandemia.
- La inmunidad que deja a los casos curados, cuan efectiva es y cuanto dura.
La comunicación y los datos
«La estrategia comunicacional para el seguimiento de los casos producidos por la pandemia es la indicada en cuanto a reportes periódicos y desde una sola fuente. Tanto Nación como Río Negro dan dos partes diarios desde los ministerios, que es de su competencia sin dudas. Llama mucho la atención que en los informes provinciales dan el total de casos activos, es decir descontando los curados. Eso es un error, la curva epidemiológica se hace con el total de casos hasta la fecha, como hace Nación, esto es una norma básica de seguimiento de una epidemia.
No me parece adecuado que, por lo menos en Río Negro, se indique a los hospitales que solo el ministerio puede comunicar. Esta pandemia es compleja, sus efectos diversos y variables por las características de cada lugar».