Al Margen: comunicación y organización popular en la Patagonia

Luego de su vida universitaria Mariela Martínez dejó el Valle y tomó destino a Bariloche para buscar laburo como comunicadora. La realidad social, que siempre la empujó al periodismo pronto la encontró participando de una de las experiencias de comunicación popular más importantes de la Patagonia argentina, el colectivo Al Margen.  En esta entrevista nos cuenta como es trabajar en el periodismo autogestivo.

De una publicación a la organización social

Con el tiempo Mariela se afianzó como periodista en la revista Al Margen y se convirtió en la actual presidenta de la Cooperativa de comunicación. En radio, “33 de mano»,  el  programa que conduce y produce ocupa un lugar los viernes a las 18:20 hs en FM LOS COIHUES.

Allí se escuchan testimonios que no llegan a los medios comerciales, sortean libros de editoriales locales, se escucha buen rock y folclore latinoamericano, relatos literarios y análisis político. Este año Radio Nacional de Bariloche (FM 95.5 y AM 590) retransmite las “voces al margen ocupando el espectro”junto a otras radios de la zona andina. 

“Nuestra organización nació con un proyecto comunicacional, que fue la revista Al Margen en el 2004. La verdad que primero fue una publicación y luego se fue transformando en esto que es hoy, una organización social. No sé si en su momento se imaginaban que podía llegar a ser esto. Tenemos el gusto de seguir trabajando con quienes fundaron esta organización. La revista Al Margen surgió con la idea de que sea un recurso económico para sus vendedores y vendedoras, un poco siguiendo el ejemplo de Hecho en Buenos Aires, que era la publicación que más conocíamos. Entonces quienes vendían la revista se quedaban con un porcentaje de esa venta”.

el equipo de comunicación popular de Al Margen (foto – colectivo Al Margen)

Mucho más que una revista que buscó un lugar en la disputa simbólica de la ciudad, Al Margen se transformó en un actor importante para los pueblos originarios, las mujeres y los barrios populares. 

“Nos fuimos enterando de la realidad sobre todo de jóvenes y el difícil acceso al primer empleo; y también el difícil acceso a la capacitación, o tal vez a terminar la educación secundaria y lo que ello conlleva a un trabajo formal. Y en particular la realidad barilochense de muchos jóvenes por fuera del mercado formal. Eso llevó al colectivo Al Margen a trabajar en ese ámbito. De allí surge un espacio de capacitación laboral y dos cooperativas que ahora están en el ámbito del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), una lleva adelante el sistema de estacionamiento medido de Bariloche y la otra es una cooperativa de empleo que se llama Laburar, donde se hacen trabajos de construcción y el Semillero, que es un lugar donde se realizan talleres de panadería y carpintería, por lo general para gente jóven”.

Redes para comunicar 

Si bien Al Margen tiene un alcance regional, con su propia página web lograron ampliar la agenda y la diversidad de sus producciones con contenidos de radio y periodismo narrativo, llegando a un público cada vez más extenso. Como espacio comunitario Al Margen se convirtió en una cooperativa de trabajo, pasando a formar parte de la economía popular y social. Esto se expresa en el trabajo en redes que construyen la trama política y solidaria de la organización.

El mayor ejemplo es la Red Enfoques, un informativo de noticias que se publica cada semana, enlazando las radios comunitarias de la patagonia Argentina. Con la app gratuita realizada por los medios que la conforman se pueden escuchar las voces que relatan » el empoderamiento popular de cada territorio». 

“Cuán diferente sería esta realidad social y política si más nos involucramos en las cuestiones de la comunicación, y de los medios de comunicación. Cuán importante es que existan otras agendas, es decir otras noticias y novedades para comunicar y que tengan que ver más con la realidad de nuestra comunidades y no tanto con lo que pasa en otras ciudades. Que no sean monotemáticas y que el tratamiento no sea solo para entendidos”. 

La revista en formato papel integra la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (ARECIA) y gracias a ello lograron un convenio con la Agencia Télam como única pauta publicitaria que reciben. Sin embargo, para la mayoría de los medios populares la democratización y federalización de la pauta publicitaria sigue siendo un derecho lejano. 

Si bien, la Ley Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522 prevé un 33% del total de pauta publicitaria para medios gráficos y digitales sin fines de lucro (fuente, Agencia de Noticias Ciencias de la Comunicación UBA), en la actualidad el 76% del presupuesto asignado de pauta publicitaria está concentrado en empresas periodísticas de la Ciudad de Buenos Aires y los medios comunitarios accedieron sólo al 1,7% del total.

El centralismo es casi absoluto en el manejo de la pauta publicitaria, definida como “cualquier anuncio o campaña comunicacional que realice cualquier organismo o empresa con participación mayoritaria del Estado Nacional, en forma paga en cualquier tipo de medio de comunicación”. (fuente El Resalatador)

“Entendemos a la pauta publicitaria como un derecho de la comunicación. Para nosotros es parte de una política pública, que no esté regulada, que no esté reglada, que no exista una ley y que se utilice a discreción según el gobierno de turno, no tiene que ver con que no sea un derecho nuestro. Entonces, así como pueden acceder los medios comerciales, también podemos acceder nosotros, deberíamos también poder acceder nuestros medios y es la lucha que estamos dando en este momento. No solamente nuestra organización, sino organizaciones, sindicatos y federaciones de medios de todo el país, pidiendo en principio una ley de pauta oficial a nivel nacional y pidiendo transparencia al respecto, en las provincias y en los municipios”.

La tierra en agenda 

El acceso a la vivienda es un gran problema para la población en Río Negro. Según diferentes relevamientos, antes de la pandemia 60 mil personas vivían en asentamientos. Bariloche es un punto estratégico para el turismo a precio dólar. Los horizontes de montaña nevada y la fachada comercial ocultan desigualdades muy marcadas. La crisis habitacional desató que muchas familias sin techo se vuelquen a la toma de tierras, la mayoría son fiscales que están bajo la lupa de la especulación inmobiliaria: “se estima que habría unos 10 mil hogares en déficit en la ciudad, mientras que hay más de 3.000 hogares en barrios precarios; y que al menos 800 hogares nuevos que se crean todos los años” (fuente, La Izquierda Diario).

La judicialización es la principal respuesta del Estado, como ocurrió el año pasado con la toma 267, un terreno que se usaba como basural y cerca de cien familias, la mayoría jóvenes sin la posibilidad de pagar un alquiler fueron desalojadas e imputadas. 

foto – ANBariloche

Contra el juego burocrático estatal y la difamación de las campañas mediáticas, la mayoría de los barrios populares del Alto fueron construidos a través de la recuperación de tierras, como los barrios Nahuel Hue, Frutillar, 29 de Septiembre, Las 34 hectáreas, 3 Ojitos de Agua, Barrio Inta, Lago Gutierrez, Jamaica, Llanquihue.

“La cuestión del acceso a la tierra es un problema que nos atraviesa, pero que en particular también se cruza con el no reconocimiento a las comunidades mapuche, a los pueblos originarios. Por supuesto que eso hace un combo explosivo en cuanto a la desinformación o mala información. Optamos por estar con quienes son protagonistas de esas historias, en lo posible de estar en los lugares donde ocurren esos hechos y festejar cada victoria con lo que tiene que ver con reconocer a los pueblos originarios y el derecho a su tierra. Pero también con información de datos, de calidad, donde uno pueda ser crítico de lo que está analizando”

foto – diario Río Negro

El discurso anti mapuche es un arma de discriminación y negacionismo del pueblo en la región, a quienes se les califica de “violentos” cuando reclaman por la propiedad comunitaria de sus tierras. Cabe destacar que la comunidad Winkul Lafquen Mapu de Villa Mascardi, el 25 de noviembre de 2017 fue reprimida, lo que causó el asesinato del joven Rafael Nahuel. En ese contexto la comunidad sufrió un hostigamiento permanente por parte las fuerzas de seguridad. A casi 4 años de aquel hecho trágico, el crimen sigue impune. 

El diario más grande de la zona, “El Cordillerano” fue denunciado por el Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro por promover una marcha en agosto del 2020 que pretendía dirigirse a la comunidad bajo la denominación de “Banderazo Patriótico”. Con claros tintes racistas la movilización  multiplicó las reacciones de odio contra el pueblo mapuche y se generó un clima de tensión social. Pero no es solo un medio. En ese mismo contexto, la gobernadora Arabela Carreras desconoció públicamente la preexistencia de la comunidad en Villa Mascardi.

Desde la coordinadora mapuche-tehuelche alertan sobre los crecientes niveles de violencia que viven las comunidades por la presión del mercado inmobiliario sobre las tierras, pero además los jóvenes de los barrios humildes, quienes enfrentan una constante violencia institucional. Nahuel era uno de ellos y fue asesinado cuando decidió reconocer sus orígenes, un proceso que viene extendiéndose en la juventud de Bariloche, o Furilofche, como se la conoce antes de la llegada del “ser argentino” (fuente, Antena Libre).

Comunicación Popular, un servicio esencial

El periodista e investigador de la comunicación Washignton Uranga reafirma la importancia de la comunicación popular: “las propuestas comunicacionales de los actores populares son parte integral de la comunicación como escenario de la disputa simbólica que es central para la vida política en democracia. Garantizar su sostenibilidad es un compromiso del Estado y de la sociedad” (fuente, Página 12). Mariela se refiere a este tema desde la propia experiencia de Al Margen:

Creo que se está ganando un espacio a fuerza de muchos años de trabajo, sobre todo de las radios comunitarias y sobre todo de organizaciones sociales que han sostenido a la comunicación comunitaria. Hacen falta más políticas públicas que refuercen a las comunicaciones populares y comunitarias. Nosotros nacimos como Al Margen por ser el espacio de otras noticias, ese es el lema de nuestra revista, porque estas noticias, esta agenda no suele existir en los medios comerciales, y si existen es con el tinte de “policiales” y hay otras formas de contar la realidad. Entonces, Al Margen porque no entramos en la dinámica de la comunicación como producto, no es un producto que se venda como una mercancía con la que se pueda negociar. Es una gran herramienta para construir y reforzar la democracia, para hacer política y aprender a ser críticos de los medios de comunicación.

foto Euge Neme – colectivo de comunicación popular Al Margen

Al margen de las líneas escritas por los poderosos. Al margen de la comodidad del relato y al frente de la batalla cultural, el colectivo de comunicación popular irrumpe en el mapa mediático regional con una propuesta que integra periodismo con inclusión social. El fin es uno, democratizar la comunicación y como expresa Mariela, volverla palpable a la experiencia de nuestro pueblo. 


redacción y entrevista: Emanuel Gimenez