Carlos Painevil era taxista y bombero voluntario de la ciudad de Allen, hace siete años que está desaparecido, desde el 2 de junio del 2012. Conversamos con su hermana, Claudia Painevil sobre esta desesperante búsqueda, «estamos pasando una situación terrible». A las 11 la familia realizará una conferencia de prensa en la ciudad de Neuquen junto a organizaciones. Denunciaran la desidia judicial.
El caso Painevil en un estado de incertidumbre
Familiares y amigos de Carlos Painevil, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por la Represión Estatal de Río Negro realizarán conferencia de prensa hoy a las 11, denunciando el accionar cómplice de la justicia. El domingo se realizará una importante marcha en la ciudad de Allen:
«son siete años de impunidad, luchando con este calvario. Es lamentable que después de siete años tengamos que salir a repudiar el trabajo de los fiscales que no han trabajado como corresponde. El fiscal Romero perdió vídeos, no buscó opciones de investigación, sólo se encargó de agredir a la familia»
Claudia Painevil
Carlos Painevil era taxista de la agencia «La Nave» de Allen y había anunciado un viaje a Cipolletti. A las 2. 50 de la madrugada del día 3 de junio del 2012 su auto Chevrolet Corsa azul oscuro que manejaba se encontró en la provincia de Neuquen, en las intersecciones de las calles San Pablo y Lázaro Martín del barrio Confluencia, muy cerca del puente que une la ciudad con Cipolletti.
El mismo día que encuentran su vehículo, la fiscalía se declara incompetente y la causa pasa a Río Negro, que luego de varios meses también se declaró incompetente. La causa permaneció sin representación jurídica por cuatro años. Durante 2013 en una marcha pidiendo justicia, al regresar a la casa la familia descubrió que les habían entrado a robar en su vivienda. Actualmente la abogada es Gisella Moreira y en 2016, su hermana Claudia Painevil, se constituyó como querellante.
En el auto de su propiedad no hallaron signos de violencia física, sólo un jugo, una colilla de cigarros, algunos cds, un pen drive y dos huellas dactilares de él. Sin embargo Carlos no fumaba y no tomaba esa clase de jugos afirmó Claudia como querellante.
Un dato que también denuncio su hermana y que desnuda la incompetencia judicial es que al momento de dar con el paradero del auto no se resguardaron las pericias pertinentes, el auto no tenía fajas de seguridad.
Ante la hipótesis apresurada de suicidio, su familia descartó la posibilidad, Carlos tenía un hijo y una esposa embarazada.
Sin embargo, hoy la caratula que presenta al caso como «Desaparición de persona» no presenta juicio alguno, aunque hubieron cambios en la investigación por testimonios de testigos de identidad reservada que motivaron búsquedas en el 2017 en el río Negro, la causa permanece en un laberinto jurídico que deja al desvelo la actuación de la justicia. Un laberinto que ya costó siete años.
«Costó mucho que nos acompañen, pero cada día es mayor. Bomberos voluntarios nos acompañan hoy en día. Es difícil mostrarle a los vecinos que nosotros no mentimos, el algo habrá hecho está primero»
El caso Painevil se suma a otros similares de la región, como son los casos Daniel Solano y Sergio Avalos. El domingo se concentrarán frente a la municipalidad de Allen y marcharan pidiendo justicia y aparición con vida de Carlos Painevil.