El Juzgado Federal de General Roca dispuso nuevas medidas para determinar la existencia de contaminación del agua en la zona aledaña a la desembocadura del canal de desagüe de la laguna natural de Allen y alrededor de la Isla 19 en el río Negro.
Las nuevas pericias se realizan en el marco de la denuncia penal y querella presentada ante ese fuero por la Defensora del Pueblo de la Provincia, Nadina Diaz, a raíz del incidente producido el 21 de julio del año pasado en el pozo EFO 280 de la petrolera Ysur. En esa oportunidad se produjo el derrame de unos 1.000 litros de carburante que se depositó en la laguna natural que desemboca en el río, previo atravesar un barrio de la ciudad de Allen.
La Jueza Federal, Carolina Pandolfi, solicitó a la Prefectura Naval precisiones acerca de las muestras tomadas oportunamente y ordena su análisis y de existir, se informe sobre las posibles causas de contaminación. Pandolfi requiere, además, su comparación con los análisis realizados en la planta de tratamiento de Allen, motivo de otra causa judicial iniciada por la Defensoría del Pueblo, también por contaminación.
La denuncia de los vecinos
Roxana Valverde es una de las vecinas de la calle ciega 10, en la zona rural de Allen. Junto a sus vecinos se movilizaron frente a los constantes problemas que tienen por la instalacion de varios pozos de extracción de gas no convencional. Los chicos tienen problemas respiratorios y los adultos, instentinales desde la instalacion de la maquinaria. Otras consecuencias son las roturas las estructuras de la casas, por el paso de maquinaria pesadas y una extraño comportamiento de sus aparatos electricos que se cambian de sintonia o de volumen en forma sorpresiva. Ante los reclamos, la empresa se acerco para ofrecerles un acuerdo mediante el cual le daban 40000 pesos y se desistia de realizar acciones legales. Pero ademas los vecinos debian salir en defensa de empresa YSUR en caso de conflicto. El acuerdo fue rechazado y las protestas para que se vallan las maquinarias, continua.
En su momento, la Defensoría realizó un trabajo de control de la zona, además de recibir información y quejas de vecinos de distintos barrios de la ciudad como de productores de la zona de Allen y Guerrico, donde constataron las anomalías.
Nadina Díaz recordó que “se trata de una zona de chacras en las que se autorizó la instalación de torres de perforación. Se verificó un fuerte olor a hidrocarburo y gas, ruidos durante las 24 horas y fisuras en casas producto del movimiento de maquinarias y camiones, entre otros problemas. Hay una afectación física, psíquica y económica a muchas familias que residen en el lugar desde hace décadas”, destacó finalmente