Agustín Orejas es locutor y docente de la carrera de Comunicación Social que se dicta en Roca. Trabajo desde muy chico junto a su padre, en LU 5, haciendo las voces infantiles de radioteatros de Jorge Edelman, y actualmente se desempeña en Radio y Televisión del Neuquen. En el día del locutor/a, el 3 de julio, nos cuenta algunas pautas para aquell@s que quieren mejorar su forma de comunicarse a través de un buen uso de la voz.
Cuantas veces te preguntan cómo hacer para lograr una buena locución cuando sos docente y miles de respuestas te vienen a la mente. La explicación puede ser corta o extensa, todo depende del oido de nuestro receptor. La mente abierta y el corazón con buena predisposición hacen de un locutor un mejor comunicador. Hay que pronunciar todas las letras con claridad, eliminar el yeísmo, las ronquillas, no enamorase de nuestro tono y realizar una lectura amena con interés, como si estuviese conversando con un ser querido.
Que el ritmo sea natural, ni muy ligero ni muy lento. Que tenga la chispa de la vida para que las palabras prendan la imaginación de nuestros escuchas. Que la voz saga con el volumen justo, ni muy alto, ni muy bajo. Sobre todo «pensando» en lo que está diciendo y poniendo interés, para que la lectura no sea aburrida ni monótona.
Cuando vas a estudiar no tienes que pensar en que vas a rendir. Vas a disfrutar porque se califica todo, como pasa cuando está en la vida real. No hay diferencias entre un examen y hacer el trabajo real. Cuando lo aprendas vas a mejorar. Que no te falte en tu resumen el cuidar el sonido de la voz, la articulación, el interés al hablar, los cambios de tonos, y que la lectura no se aburrida ni monótona. Hay que leer por conceptos y mucho porque el hábito hace al monje, el que no practica para el no sale del pozo de los furcios, errores y vicios. Hace cambios de ritmos, distintos matices, utilizar las pausas con inteligencia.