Antes que sea tarde – Entre el amor, el odio y la indiferencia

En el micro Antes que sea tarde, Daniel Sans parte de una noticia reciente del diario Río Negro («Insultos y mordidas: crece la violencia contra trabajadores de la salud en Río Negro») para abrir una reflexión urgente: la creciente violencia en los hospitales públicos de la provincia no es un fenómeno aislado, sino el síntoma de un sistema desmantelado.

En hospitales donde escasean insumos básicos, donde faltan profesionales, donde las guardias son interminables y los turnos médicos inalcanzables, el vínculo entre quienes trabajan para cuidar y quienes buscan ayuda se deteriora hasta romperse. Así, insultos, golpes y mordidas se vuelven escenas cotidianas.

Pero, advierte Sans, no es solo violencia física. Se vive un verdadero síndrome de violentación institucional: cuando la complejidad de la tarea médica se enfrenta a la precariedad de los recursos disponibles, quienes sostienen el sistema terminan dañados emocionalmente. No alcanza con sumar policías a las guardias: el problema es estructural, producto de décadas de ajuste sobre la salud pública desde fines de los años 80, en el marco de las políticas impuestas por el FMI y el Consenso de Washington.

Entre el amor por la profesión, el odio que emerge en situaciones límite, y la indiferencia de quienes deberían resolver la crisis, Sans plantea la pregunta esencial: ¿seguiremos respondiendo a la violencia con más control y represión, o nos animaremos a reconstruir un sistema de salud digno?

Para cerrar, retoma un antiguo relato de Kalcu, un cacique que, en su desesperación ante la amenaza de sus enemigos, pidió ayuda a fuerzas externas sin saber que esas mismas fuerzas terminarían aniquilando a su propio pueblo.


Distinguir entre enemigo interno y enemigo externo.


La historia de Kalcu, recuerda Sans, no es solo un relato épico: es una advertencia. Cuando se responde al dolor social solo con fuerza externa –en este caso, policía en vez de médicos, patrulleros en lugar de recursos de salud mental– el riesgo es terminar destruyendo aquello que se pretendía salvar.