«Un Grito de Corazón» estrena hoy lunes 4 de diciembre en el CEMAR

Serán dos funciones: la primera a las 21:00 y a la segunda a las 22.30, con entrada libre y gratuita. En Antena PM hablamos con María Robín, quien coordina desde hace varios años el Taller Municipal de Teatro. Esta noche, junto a la asistencia de Fernanda Archanco, dirige esta nueva pieza que cuenta con 22 personas en escena y con la cual pretenden dar muestra de la producción del año.
El estreno de cada año propone un teatro diferente, donde la puesta se realiza en una gran sala y en donde se mezcla lo intimista con lo coral.

«Con lxs compas del taller intentamos combinar las dos formas», dice María, «buscamos momentos corales y momentos de más intimidad; así que vamos y venimos entre lo grande y lo pequeño».
Aunque no es habitual ver tanta gente en escena, para María no deja de ser algo hermoso, y por eso disfruta mucho cada año y celebra la diversidad de edades, de procedencias y de experiencias de la gente que se acerca al espacio.

Cuenta que cada año realizan un trabajo de tipo comunitario, donde al principio quizá no tienen la más mínima idea de lo que terminarán haciendo, lo cual implica un riesgo y también un gran desafío, dado que hay que ir trabajando sobre las espectativas y las propuestas que surgen del mismo grupo y a partir de cuestiones que se intentan poner en marcha desde cierta maquinaria imaginaria que hace posible la aparición de la ficción.

«La ficción es tan poderosa, que ella misma es la que va imponiendo las reglas del juego, los vínculos y las expresiones del cuerpo», comenta María, «lograr escuchar eso es un desafío hermoso y un lindo trabajo que está en el filo entre dirigir y a la vez tener la percepción abierta para captar todo aquello que el material está diciendo, sin forzarlo». Si bien algunas cosas se van escribiendo a lo largo del taller, dice María que es muy raro llegar con toda la obra escrita, siempre queda una parte que estará librada a la improvisación.

La música en vivo es otro de los ingredientes que se repiten cada año en las presentaciones. El sonido que se produce desde la escena es un elemento importante y es también una marca del taller. Otra característica es que si bien lxs intérpretes suelen romper la cuarta pared y dirigir palabras o gestos hacia el público, no se espera una respuesta de la gente, sólo se la hace partícipe como espectadora que permanece fuera de la escena.

Una buena oportunidad para ver un teatro distinto, apoyado en la realización colectiva, que combina géneros, que plantea una puesta en escena de tipo coral, pero sin dejar de lado la forma más intimista, tan característica del teatro de sala que, igualmente, surge en determinados momentos y situaciones generadas a partir de la misma ficción.