Laura Raiteri – Una experiencia teatral que explora la escritura

Una de las grandes actrices de la escena local repasa su trayectoria en Isla de Radio, en una charla informal, pero nutrida de experiencias que van desde aquellos primeros talleres de actuación con Olga Corral a los 17 años, hasta este presente. Laura Raiteri dice que no sabía que el teatro le gustaba, y dice que había visto muy pocas obras, pero desde entonces nunca dejó de actuar.

Tuvo la suerte de ir a estudiar a Buenos Aires, y ahí vio mucho teatro y conoció mucha gente», Cuando volvió empezó a dar clases en la Escuela Casa Verde y después a dar talleres para pocas personas. Hasta que un día la llamó Olga Corral para la puesta de Dos Mujeres, una pieza de Javier Daulte, junto a Soledad González y con dirección de Olga.

«…ahí la conocí a Sole y luego a María Robín y así surgió la compañía de teatro independiente Basta Flora», comenta Laura. Con ellas empezó a trabajar en la dramaturgia de la obra Todo Mi Sano Cuerpo, Te Ofrezco, con la cual obtuvieron el segundo premio del provincial de teatro de aquel año, con menciones a las actuaciones, lo que posibilitó muchas giras y funciones en distintos lugares, incluyendo Uruguay, por el período de unos diez años.

«Fue un trabajo que al final cobró otro sentido, porque empezó a pasar que las mujeres salimos a la calle y nos manifestamos, y la obra tenía un poco de eso también; al principio no lo sabíamos, después lo supimos y fue muy groso encontrarnos con ese trabajo y reconocerlo».

Más tarde vendrían La Gran Noche, donde se sumergen en el mundo del boxeo femenino, bajo la dirección de Adrián Canale. Y luego participó de La Extravagancia.

La compañia Basta Flora sigue en actividad y se van sumando otras personas, como Maite Aranzábal, Magui Aguirre o Ana Loto. Por otra parte, previamente a la pandemia, Laura se integró al grupo de trabajo de Cardumen, una obra pensada y ambientada dentro de una casilla rodante, realizada sólo para seis o siete personas por fución. Allí trabajó junto a Mauricio Jorquera, Soledad Gonzáles y Marina García Barros, con la dirección de Darío Levín y la colaboración de Luis Sarlinga. La premiación de esta puesta posibilitó que pudieran comprar la casilla rodante.

Otra de las propuestas fue El Color de las Horas, una puesta que hacían al aterdecer alrededor de una merienda, un trabajo surgido a partir del universo poético de la uruguaya Marosa Di Giorgio, pero fue una de las cosas que quedaron en el camino por el aislamiento obligado del covid 19.

En 2021, cuando la pandemia empezaba a despedirse, se estrenó Las Rusas, donde Laura comparte actuación con Magui Aguirre y Mariana Calcumil, dirigidas por Maite Aranzábal y con la asistencia de Ana Loto. Esta pieza también es para público reducido y tiene la característica que se pone en escena a las 11 de la mañana, porque requiere de la luz del sol del mediodía.

De su paso por Buenos Aires reconoce a muchos compañerxs como referentes de los cuales ha ido aprendiendo. De aquí de la región, además de las referentes históricas, como Olga Corral o Maite Aranzabal, reconoce también a cada una de las personas con las cuales encara una producción: «en este momento mis referentes son los compañeros de Golondrina Soledad», dice, que es una de las piezas que está representando en la actualidad.

Otro referente cercano de hoy es Luis Cano, con quien estudió dramaturgia después de ganar una beca del Fondo Nacional de las Artes. Como resultado de eso quedó un unipersonal llamado Mara, que próximamente será publicado en un libro. Además tiene una obra propia llamada El Amor Es, cuyo texto fue editado por Isur, a partir de un concurso.

Su faceta de escritora es menos conocida, pero es una tarea que le atrae desde siempre, cuenta Laura, aunque se reconoce tímida a la hora de publicar sus escritos.

«Desde muy chica empecé a escribir porque tuve dramaturgia en mi formación y eso me gustó mucho… Era como que sabía que eso iba a suceder porque yo soy muy lectora y siento que es de ahí que aparece la necesidad de escribir el propio mundo».

Una forma de sortear las barreras de la timidez fue la publicación de Ojos de Perro, un libro de relatos compartido con el poeta viedmense David González. Previamente habían armado unas tarjetas con relatos que no están en el libro e ilustraciones de Chelo Candia. Eran nueve postales que se vendían por separado o en un sobre que contenía a todas. Finalmente el libro fue editado a traves de Isur.

«No se que va a pasar con eso de la escritura, pero siento que es un territorio que me gusta, que adoro, y paso muchas horas de mis días leyendo y escribiendo».

Haber estudiado en la Universidad de Madres de Plaza de Mayo cuando tenía 20 años fue un gran impulso, porque tuvo dramaturgia con profesores como Luis Sáez y Mauricio Kartún, quienes supieron como estimular la escritura.

 

Actualmente Laura es parte del elenco de Golondrina Soledad, una producción del Teatro Nacional Cervantes que es posible a partir de la selección de la obra entre más de 170 trabajos.
Ensayaron durante dos meses, estrenaron y ya van por la función Nº 20. Este fin de semana termina el contrato y serán las últimas funciones. Viernes 25 y domingo 27 de noviembre a las 20:30, en Sala II de Casa de la Cultura (9 de Julio 1043).

Este fin de semana también se puede ver Las Rusas, el sábado 26 de Noviembre a las 11 de la mañana en La Casa del Viento, de Barrio Mosconi (reservas al 2984 318704).
Teatro en patio. Casa del Viento. Mosconi
Reservas al celu de Ana Loto