Se detectó que en la zona de Cipolletti hay 2.200 hectáreas afectadas por la Mosca del Mediterráneo. Ya se establecieron las medidas fitosanitarias necesarias para controlar la situación.
Según Esteban Rial, coordinador de protección vegetal de SENASA Patagonia Norte, el objetivo de este ente estatal es
“contener el foco, que no se disperse hacia otras áreas o zonas libres”
Para que esto no suceda, se estableció un área regulada en un radio de 7,2 kilómetros alrededor del foco. Otra de las medidas incluye la destrucción de los frutos con plaga y y la prohibición de exportación de frutos originarios del área regulada hacia mercados con restricciones sin el correspondiente tratamiento cuarentenario.
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PH: Imagen ilustrativa