
Hace 35 años que Romulo Vargas vive en Colonia 17 de Octubre, un humilde barrio rural cerca de J.J Gómez y en límite con Allen. Se dedica la fabricación de ladrillos en horno de barro. El vecino contó que maquinas del municipio abriendo calles «sin decir nada y sin preguntar» destruyeron su herramienta de trabajo, «lo que quiero es que se hagan responsables» exclamó. El hornero se ubica sobre la calle Defensa, a 500 metros de su casa.
A su vez denunció que las calles que está abriendo el municipio «están mal organizadas» y que no tuvieron en cuenta la opinión de los vecinos. Romulo que cuenta con licencia comercial denunciará al municipio. Además agregó que lo único que tienen es luz y agua, pero que están bastante aislados, «acá no hay nada, cloacas, nada».
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