Desde la seccional Unter Cipolleti enviaron una nota a la sede central para que se impide el Operativo Aprender 2017 que será implementado desde mañana en todo el país.
«Desde esta seccional acompañamos y apoyamos a los Equipos Directivos que se niegan a ser veedores en el Operativo ONE, algunos de los cuales ya han elevado mediante nota al Consejo Provincial de Educación su negativa. Los y las docentes tampoco están obligados a ser aplicadores. Las familias tienen derecho a negarse a que sus hijos se les tome estas evaluaciones, por lo que también pueden hacer conocer mediante nota su decisión a los docentes» se informó desde la sede Cipolleti de Unter.
Argumentos para rechazar la evaluación desde Unter Cipolleti
- Porque lejos de constituir una herramienta democratizadora, constituye un operativo para controlar los resultados educativos a través del control de la docencia;
- Porque la evaluación de la calidad y la diseminación de la “cultura evaluativa” vuelven a ubicar como únicos responsables por los resultados obtenidos a las escuelas y a los/as docentes.
- Pporque se hace caso omiso de las consecuencias de las políticas de desigualdad educativa y de las condiciones en que docentes y estudiantes enseñan y aprenden en las escuelas.
- Porque ha sido objeto de múltiples cuestionamientos por parte de diversos sectores involucrados en la problemática de la evaluación, entre los que se destacan sindicatos, intelectuales y equipos de investigación que abordan los operativos desde una perspectiva crítica.
- Porque a partir de los resultados obtenidos por nuestro país en la evaluación PISA 2009, el propio Ministro de Educación de Argentina ha reconocido la necesidad de adoptar patrones propios para la evaluación de los aprendizajes y no seguir modelos diseñados en otros contextos.
- Porque la información resultante de los ONE se la utiliza como mera lectura y difusión de resultados en lugar de constituirse en un indicador que permita incidir verdaderamente en el mejoramiento de la calidad de la educación.
- Porque la continuidad de las tendencias en materia de políticas de evaluación de la calidad, lejos de ser una cuestión local, se inscriben en el plano internacionales a través de organismos internacionales como el Banco Mundial, la CEPAL, la UNESCO y la OCDE.
- Porque al igual que en los ’90, continúa la ausencia de los/as docentes en los ONE, tanto en lo que hace a su participación en la definición de criterios como en la de contenidos curriculares a ser evaluados.
- Porque los países que participan de los programas internacionales de evaluación gastan cuantiosas sumas sin que las mismas contribuyan a resolver las causas u orígenes de las “deficiencias” identificadas.
- Porque la supuesta “ineficiencia” del sistema educativo, resultado de las pruebas de evaluación, suele ser interpretada como fundamento para realizar ajustes pedagógicos que finalmente terminan perjudicando a los sectores populares en los aprendizajes alcanzados.