Cocineros por todos lados


Una estrategia para salir adelante cuando las cuentas no cierran es cocinar y ofrecer ese producto en la calles, las oficinas publicas, las oficinas y las redes sociales. Si bien siempre vimos a personas que ofrecen comida en distintos lugares, en el último año esa oferta se incrementó y diversificó.

Los vendedores que arrancan temprano en las oficinas públicas son una alternativa de desayundo que abarca café y tortas fritas hasta los panes rellenos, un poco más tarde o las hamburguesas vegetarianas.

A la salida de supermercados, en las estaciones de servicio, a la vera de las rutas, en las oficinas del Poder Judicial o en los pasillos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales son los lugares elegidos en función de la afluencia de un potencial cliente.

Otra alternativa son las redes sociales, donde existen paginas de comidas de todo tipo, donde uno pueden encargar e incluso recibir a domicilio. Algunos utilizan los correos electrónicos o el whatsapp  para dar los menús diarios, los que después recibirán en los domicilios.

Desde la higiene y las condiciones de salubridad no existe una fiscalización de bromatología municipal en la mayoría de los casos y prima la confianza en que los productores están hechos con responsabilidad pues de lo contrario se pierde la clientela.

La mayoría de los que optaron por esta opción laboral apelan a preparar lo que mejor saber hacer. El menú puede ser de ensaladas, tartas, pan relleno, hamburguesas o comidas especiales para aquellos que realizan dieta.

La falta de tiempo para cocinar  o la falta de ganas por la cantidad de horas es terreno propicio para estas iniciativas que son una muestra de los tiempos que corren con poco tiempo para elaborar comidas y también la comodidad de recibir los pedidos en los domicilios los lugares de trabajo.

En la foto «el colo»  Daniel