La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se declara en estado de asamblea permanente en las oficinas del PAMI en Roca frente a la falta de medidas restrictivas que vayan en consonancia con lo dispuesto a nivel nacional para detener el coronoavirus, poniendo en riesgo al personal, sus familias y los beneficiarios: en la sede no se está frenando la circulación de público y se producen grandes aglomeraciones, un acto temerario frente a una población de riesgo como es la de los jubilados y las jubiladas.
Asimismo, ATE denuncia la disminución de prestaciones médicas esenciales, algo que debiera estar garantizado en este momento crítico que se está atravesando a partir de la emergencia sanitaria nacional y la precarización laboral de los trabajadores.
Desde el gremio también se recuerda que aun no hay respuesta frente al caso del nombramiento a dedo que tuvo lugar en Catriel, pasando por arriba de otros trabajadores que cuentan con más de 11 años de carrera administrativa.
“En la sede del PAMI en Roca se sigue atendiendo a pesar de las restricciones que deben tenerse en cuenta en el contexto de las medidas por el avance del coronavirus. El sindicato demanda que la atención se restrinja a guardias mínimas, algo que no está sucediendo en esta UGL, poniendo en riesgo a las personas, sus familias y los beneficiarios de la obra social, señaló Rodrigo Vicente, secretario general de ATE Río Negro.
El sindicato indicó que además faltan elementos de protección personal, no se cumple con la desinfección y no se toman medidas para mermar la circulación de público.
El dirigente también se refirió a la precarización de los empleados y a la falta de prestaciones: “Decidimos profundizar las medidas ya que nos preocupa la salud de los jubilados, que siendo la población más vulnerable no cuenta con las prestaciones necesarias. Asimismo, los trabajadores que tienen que sostener esas prestaciones están precarizados y ni siquiera está asegurada la renovación de los contratos”.
Desde el gremio se indicó que mientras tanto, se sigue acomodando gente a dedo, como es el caso de Catriel.