Ayer se realizó el segundo y último debate presidencial de cara a las elecciones del 27 de octubre. Las acusaciones y alusiones a sus gestiones fueron una constante entre Macri y Fernández.
En seguridad, unos de los ejes, Maurico Macri acusó a la gestión del Cristina Fernánez de defender a los delincuentes, en tanto Fernández abogó por un tratamiento integral con eje en lo social y educación además de crear un consejo de seguridad.
Por su parte, Jose Luis Espert pidió bajar las penas a los 14 años en tanto Gómez Centurión habló de recuperar el orden y prohibir los piquetes. A su turno, el candidato de la izquierda, Nicolás del Caño apunto a la legalización del consumo de la marihuna. Roberto Lavagna estuvo en una postura intermedia al rechazar «la mano dura pero tampoco tener una mano fofa».
En el bloque de Empleo, Producción e Infraestructura Alberto Fernández acusó a Mauricio Macri de «llenar el bolsillo de sus amigos». Macri respondió haciendo mención a las distintas causas que involucra a ex funcionarios de la gestión de Cristina Fernández.
Por el lado de las propuestas de este bloque, Lavagna consideró que “una economía en marcha, en crecimiento, es lo único que va a permitir estabilizar las variables”. Gómez Centurión expresó que “el gran empleador no debe ser el Estado, debe ser la producción”.
Espert, por su parte, volvió a su discurso anti sindical y enfatizó la necesidad de reformas laborales. “Las leyes laborales no ha servido para mejorar la situación de los trabajador, solo sirvió para cobijar a la cofradía sindical”, lanzó y reiteró su calificación de “mafias” hacia los gremios. Del caño acusó a Macri de seguir con la agenda del Fondo Monetario Internacional.
En calidad institucional Macri acusó a Fernandez de que en la gestión en la que participó se sometió a los gobernadores «a látigo y chequera» en alusión a la coparticipación en tanto el candidato de Todos acusó al actual presidente de nombrar a dos jueces de la Corte Suprema por decreto. Lavagna consideró “esencial una nueva ley de coparticipación para evitar la discrecionalidad”.
En cuento a viviendas, Macri anunció: “Quiero hablarle a las familias que tienen un crédito UVA, a partir del 1 de enero sus créditos se van a ajustar por salario y no por inflación” lo que fue refutado por Fernández al decir que el actual presidente termina la gestión con un 40 por ciento de pobreza cuando, en realidad, había prometido pobreza cero.
Al comenzar el bloque de vivienda y pobreza, Lavagna afirmó que “los últimos dos gobiernos confundieron desarrollo social con reparto de planes” y advirtió que “Argentina corre el riesgo de acostumbrarse a la pobreza”. A su turno, Gómez Centurión afirmó que no tiene confudirse otorgar planes con Desarrollo Social.
Fuente: Ambito Financiero