Los trabajadores del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, afiliados a ATE, resolvieron iniciar un plan de lucha para «reclamar el pase a la planta permanente de todos los trabajadores precarizados y la designación de más personal en la sede central de la obra social y varias agencias de la provincia».
La obra social tiene 179 empleados en la provincia, de los cuales 70 cumplen funciones en la sede de la Unidad de Gestión Local de Roca y 109 se dividen prestando servicios en el resto de las localidades. Según el gremio, en Roca, por fallecimientos, jubilaciones o traslados, «dejaron sus puestos vacantes el 35% del personal (25 trabajadores)».
El de mañana miércoles sera el primero de los paros en tanto el otro esta previsto para el 30 de noviembre. Las medidas de fuerza implican»la paralización de todas las actividades, incluida la atención al público, considerando que las mismas afectarán a más de 120.000 beneficiarios en Río Negro».