La Asamblea Permanente del Comahue por el Agua y vecinos de Allen, manifestamos nuestro posicionamiento sobre los hechos ocurridos y expresiones vertidas en periódicos regionales los días 15 y 16 del corriente mes. El daño es en la salud de los habitantes de Allen: de eso ya hay evidencias. Se traduce en el impacto psicosocial, cultural y ambiental sobre la población.
El daño es al agua, a la tierra, al aire; a la producción; no solo a las viviendas. Afecta al ambiente natural donde se desarrolla la vida y esto es un delito. La actividad hidrocarburifera desarrollada durante las 24 horas, acarrea vivir en riesgo permanente. En consecuencia las actividades en las escuelas, centro de salud y demás instituciones ubicadas a escasos metros de las locaciones, se convierten en peligrosas. ¿cómo se resarce el peligro?
El barrio Calle Ciega 10, tiene más de 60 años de existencia, se formó con familias que optaron por vivir en cercanías de las chacras, fuentes de trabajo que corren peligro de extinción.
Cotidianamente, incluso en horas de descanso, deben soportar explosiones de venteos por escapes de gas, derrames de fluidos, transito de maquinarias pesadas, traslado de material radiactvo, ruidos, vibraciones y gases tóxicos. Desde la imposición de una matriz productiva hidrocarburifera, la complicidad de los gobiernos nacional, provincial y municipal, dejo a los vecinos en total estado de indefensión.
La defensora del pueblo Nadina Díaz admitió que el resarcimiento económico ofrecido por los problemas estructurales en sus viviendas, “también es una forma de reconocer el impacto negativo que se generó” a partir de la actividad de YSUR. Nos preguntamos si al sugerir que “Incluso podría pensarse en un resarcimiento mayor al planteado…“, ¿está desconociendo tácitamente que el derecho a la vida, está por encima de los bienes materiales?
La empresa no solo soborna a un grupo de vecinos cuando les ofrece 40000 pesos a cambio del silencio; sino que además promueve la división y el enfrentamiento entre ellos cuando alguien rompe ese “acuerdo”. También, les impone perversamente, la responsabilidad de constituirse en sus “defendedores” si surgieran reclamos de otros vecinos que queden por fuera del “acta acuerdo”.
Queda en evidencia la manera delictiva de operar de esta empresa, heredera de APACHE. No permitiremos en Allen las prácticas implementadas en las comunidades mapuche de Neuquén. Hablar de “molestias” tiene la intencionalidad de confundir a la comunidad. Pretender su resarcimiento sin cuestionar el modelo extractivista es demagogia. “Mejorar la convivencia y reducir impactos” nos será posible en tanto y en cuanto no se detenga la explotación hidrocarburifera. El dinero, los bienes y servicios no reemplazan la salud de las personas. Repudiamos la actitud extorsiva de los funcionarios de YSUR-YPF, que pretende acallar a los vecinos con dinero, mediante la firma de un acta acuerdo confidencial, aprovechándose de la vulnerabilidad social y económica de las familias.
Asamblea permanente por el agua del Comahue en indymedia.org