En el micro MediaLab se abordaron dos usos polémicos de la inteligencia artificial: su papel como asistente psicológico y como guía espiritual. Cada vez más personas recurren a chats como ChatGPT para buscar contención emocional, consejos o compañía, especialmente por su accesibilidad y gratuidad. En Estados Unidos, una de cada cuatro personas afirma que estaría dispuesta a conversar con una máquina sobre sus problemas. Sin embargo, especialistas advierten que los efectos a largo plazo aún son inciertos.
Otro fenómeno en expansión son los chatbots religiosos, como BibleChat o Virtual Jesus, que ofrecen respuestas “divinas” y enseñanzas de fe, superando incluso a TikTok o Netflix en descargas durante 2024.
Fabian Bergero reflexionó sobre estos nuevos “asesores digitales”, que mezclan fe, tecnología y soledad contemporánea. La pregunta que deja el debate es inquietante: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a delegar nuestra salud emocional o espiritual en una máquina?
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