En el segmento Pasacalle, se abordó la crítica situación que atraviesan los vecinos de Paso Córdoba por el agua que reciben en sus hogares. Testimonios como el de Ángel Vega, peón rural de 63 años, describen un agua «negra, aceitosa y con olor», que afecta su salud y economía. Ángel convive con picazón en la piel, malestares estomacales y el daño de su bomba de agua, sin haber recibido nunca una respuesta oficial.
Graciela, madre de tres niños, relata que apenas puede comprar bidones para beber y cocinar, mientras que lavar uniformes escolares o bañarse se vuelve riesgoso. Su hija sufre erupciones en la piel y sequedad en la boca.
Ante la falta de respuestas, vecinas como Claudia Roldán impulsan la organización comunitaria: presentaron notas, recolectaron firmas y se manifestaron frente al DPA. Aunque el gobernador prometió obras en 45 días, la comunidad exige agua limpia ya.
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