Mirta Pranao, agente sanitario en Barrio Nuevo, describió la situación actual del barrio, marcada por problemas de seguridad, carencias económicas y limitados recursos en el sistema de salud. El Centro de Salud sufrió recientemente un acto de vandalismo, sumado a robos anteriores, lo que obliga a destinar fondos del programa SUMAR para reponer insumos y mejorar la seguridad.
Pranao señaló que el SUMAR, originalmente destinado a niños sin obra social, hoy cubre a mujeres y hombres hasta los 60 años, aunque persisten dificultades con la facturación de prestaciones.
Pese a la falta de recursos, continúan talleres de embarazo y actividades escolares. Una mesa interinstitucional reúne a organizaciones e iglesias barriales para atender problemáticas como el consumo problemático. “El derecho que no se defiende es el derecho que se pierde”, advirtió, remarcando la necesidad de participación ciudadana.