Aguafuertes del nuevo mundo: «Miguelito cumpliría 100 años»

«Esta semana miguelito cumpliría 100 años», así comienza esta historia que narra la vida de un cantante de tango, que en otrora supo teñir con su voz melodías que hoy solo quedan en la memoria, «miguel también fue un diestro bailador de tango» y un futbolista con virtudes mágicas.

Su hijo, de 60 años, «trae al presente imágenes de su padre desplegando creatividad a partir de su zurda prodigiosa», mezclando la añoranza de potreros y tango, secretos de lo popular.

En su intercambio generacional, padre e hijo participan en la vida pública y las elecciones que marcaron los hitos del siglo XX, como hechos que trascienden sus vidas personales y comparten con las de todo un pueblo.


Como suele ocurrir en los relatos de las aguafuertes del nuevo mundo, las trayectorias temporales de familias tipifican las relaciones políticas que marcaron la historia nacional. Son metáforas y alusiones sobre la vida comunitaria, los valores culturales y las contradicciones mínimas de la micro política que mueven las conciencias.

Las aguafuertes nos permiten pensar en la esperanza de un mundo donde la justicia social sea el aglutinador de la diversidad, por sobre los males que engendra la desigualdad económica y las miserias de sus portavoces.