«Agua regular o mala» en el Río Negro en la zona del Alto Valle

De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Río Negro en distintos puntos del río del Alto Valle se detectó contaminación producto de la actividad frutícola, petrolera y los vertidos cloacales.

Zona de Paso Córdoba, en Roca, uno de los puntos donde la calidad del agua es calificada de «mala». Foto: Marcelo Miranda

La Universidad Nacional de Río Negro concluyó el primer estudio científico integral sobre el “Estado Ambiental del río Negro”, realizado en simultáneo en distintos puntos georreferenciados abarcando toda la cuenca en dos oportunidades, evaluando química de agua (agua y material particulado en suspensión y sedimentos), peces y macroinvertebrados como indicadores ambientales. 

El estudio clasificó a algunos sitios con una calidad regular a mala, principalmente en Cipolletti, Fernández Oro (aguas abajo de la desembocadura del desagüe PII), General Roca (aguas abajo de la desembocadura del desagüe PV) y Chichinales (aguas abajo de la desembocadura del arroyo Salado)

Se relevaron 21 sitios en la cuenca (2 sobre el río Limay, 2 sobre el río Neuquén y 17 sobre el río Negro). Los sitios de muestreo fueron los  más representativos de la cuenca, sobre los ríos Limay, Neuquén y Negro.

“Estado Ambiental del río Negro” es un proyecto desarrollado durante dos años, por un equipo integrado por 11 investigadores y 19 estudiantes avanzados de la Universidad Nacional de Río Negro, con la participación de dos investigadores de la Universidad Nacional del Sur y un investigador de la Universidad Nacional del Comahue.

Principales conclusiones del estudio

1. El río está lejos de ser un río muerto, si puede considerarse un ecosistema impactado. La cuenca está afrontando una fuerte presión antrópica (acción de las actividades del hombre sobre el ambiente), producto de la concentración poblacional y el desarrollo de actividades agrícolas, extractivas e industriales.

2. Tanto los compuestos clorados como los aromáticos persistentes medidos en este estudio dan cuenta del impacto ambiental tanto actual como pasado, ubicando a las actividades frutihortícolas y de neta presencia humana  (transporte vehicular, quema de pasturas y de combustibles) como las principales fuentes de origen.

3. Desde el punto de vista bacteriológico, los niveles de Escherichia coli y Enterococos detectados, evidencian un constante  ingreso de estos organismos al sistema. Se registraron As y Cu disueltos.Los niveles registrados son comparables a los obtenidos en otros ambientes costeros

4.La presencia de poliaromáticos persistentes evidenciaron mayores concentraciones en Fernández Oro, Allen, Pomona y Carmen de Patagones, (aguas abajo de la desembocadura de la planta de tratamiento de efluentes urbanos) y la Isla La Paloma.

5.La evaluación de la calidad ecológica del agua, con el índice de macroinvertebrados, clasificó a algunos sitios con una calidad regular a mala, principalmente en Cipolletti, Fernández Oro (aguas abajo de la desembocadura del desagüe PII), General Roca (aguas abajo de la desembocadura del desagüe PV) y Chichinales (aguas abajo de la desembocadura del arroyo Salado).

6.En relación a la fauna ictica (presencia de peces), es crítica la composición comunitaria ya que la abundancia de especies exóticas e invasoras es muy alta, lo que implica disrupciones al ambiente.

El proyecto fue coordinado por la Lic. Nathalia Migueles, Jefa del Departamento de Consultoría e Ingeniería dependiente de la Secretaría de Investigación, Creación Artística, Desarrollo y Transferencia de Tecnología de la Universidad Nacional de Río Negro; y  las direcciones de los subproyectos estuvieron a cargo de la  Dra. Mariza Abrameto (UNRN), el Dr. Patricio Solimano (UNRN), el Dr. Pablo Macchi (UNRN y el Dr. Andrés Arias (Universidad Nacional del Sur).