Desde hace cinco años tienen su puesto en el ingreso a Roca. Lo que ganan sirve para ayudar a sus hijas a completar los estudios universitarios.
“Mientras más frío, mejor”. Así lo afirma Marta, quien junto a su esposo Fernando, venden pan con chicharrones, tortas fritas, pastelitos, facturas y churros, desde las seis de la mañana.
Los días nublados, con miras de lloviznar, son los ideales para el matrimonio que con una mesita y grandes taper`s, se instalan en la esquina de San Juan y Ruta 22.
Hace cinco años comenzaron con el puestito, con la idea de ayudar a sus hijas en los estudios secundarios. Hoy ya están en la Universidad y hay que seguir apoyando.
“Cada una tiene su especialidad: La menor estudia Abogacía y se especializa en elaborar facturas, otra hace panes con chicharrones, yo los pastelitos y otra de mis hijas elabora las rosquitas y con lo que se gana ayudamos a costear los estudios de profesora de música, también. Ya es un emprendimiento familiar”, destaca la mamá, mientras Fernando es el que ofrece los productos cuando el semáforo se pone en rojo.
Los principales clientes son los trabajadores de la zona, que antes de llegar a sus labores diarias se encuentran con la irresistible tentación de una torta frita calentita en días de mucho frío.
La vuelta a casa puede ser a las nueve de la mañana, pero cuando hay poco dinero suelen estar hasta el mediodía, ofreciendo a los automovilistas una sonrisa y pan con chicharrones, que es una de las especialidades de la casa de Marta y Fernando.
Nota: Carlos Castillo