La radio, «el medio» de comunicación de la Patagonia

En un nuevo aniversario de la primera de transmisión de radio en la Argentina (27 de agosto de 1.920 con los «locos de la azotea), la radio sigue siendo el medio de comunicación en la Patagonia. La precursora en la zona fue L.U 5,  que comenzó a funcionar regularmente en abril de 1.945.

@mirandamarcelof


En uno de los lugares del mundo con menor densidad poblacional como la Patagonia argentina, la comunicación es vital, como forma constitutiva de la sociedad.  El enviar un papelito con un mensaje que luego se puede escuchar en esa voz que suena en la radio, es algo mágico, es completar el círculo, la comunicación es posible a pesar del tiempo y la distancia. Las ondas electromagnéticas  sobrevuelan la estepa, los valles y se meten entre la cordillera de los Andes.

La radio patagónica conformó su identidad con los mensajes al poblador, los radioteatros en base a historia de personajes locales, las transmisiones deportivas y los programas de lucha con las heladas tardías. Es una radio  en base a una producción de contenidos. Pero otra realidad es la reproducción de mensajes provenientes de radios de capital federal. En la Argentina, se sigue repitiendo el esquema del siglo pasado, radios del interior del país que re transmiten   las radios capitalinas.

Una radio en la barda

La primera radio del norte de la Patagonia fue L.U. 5, de Neuquén capital. La emisora pudo ser inaugurada en 1939, pero debido al inicio de la segunda guerra mundial, no se disponían de equipos ni materiales específicos, agregándole a ello las falencias propias de la usina que entregaba corriente desfasada.

La primera fecha tentativa para su nacimiento fue 1942,  aunque las negociaciones no se concretaron. Mario Luis Moretti, jefe de programación de Radio Splendid, fue quien inauguró la emisora en nombre de R.A.D.E.S el 7 de abril de 1945, transmitiendo por primera vez desde exteriores en el Club Cipolletti, en motivo de una muestra-exposición.

En 1958 las crecidas de los ríos se hacían sentir como mucha más fuerza que en los tiempos actuales pues no existía la cadena de embalses sobre el río Limay. En ese entonces el agua llegaba hasta la traza de la ruta nacional 22. Muy cerquita de la ruta estaba la planta transmisora de LU 5, en Richieri y Linares, que ese año quedó aislada.  Ante la situación Héctor “el negro” Sainz, operador de la radio, remaba 12 cuadras para ir hasta la planta transmisora y también llevar provisiones a la familia Guevea. Sainz trabajó 24 años en la radio hasta jubilarse en 1977.

Otro de los operadores “históricos” de la radio fue Julio Cesar Molina quien recorrió gran parte del país realizando transmisiones deportivas y eventos culturales junto a Osvaldo Arabarco, Dante Morosani, Alejandro Lillo, Tito Herrera,  Miguel Caseli, Miguel Angel Pailleleo, Carlos Zarraga, Aníbal Forcada, Luis Díaz y Pancho Casado. En ese entonces las transmisiones se realizaban con equipos de VHF, transportados en una camioneta Fiat, adquirida para que hiciera las veces de móvil.  La fiat llegó hasta la Quiaca, al norte y Tierra del Fuego en el sur.



Una voz recordada de L.U. 5 fue la de Agustín Orejas que arrancó su carrera de locutor en 1949 a los 19 años de edad, cuando le solicitó trabajo al director artístico de L.U. 5, Luis López Castagnous. El entonces director le contestó que se acercara por la radio pues “lo iban a probar”. El primer mes trabajó ad honorem.

Para poder contactar a los anunciantes para la radio había que recorrer distancias considerables, todo en  caminos de tierra. Austin usaba una bicicleta y después se compró una moto. Los clientes comerciales de Agustín Orejas iban  desde Zapala a Villa Regina.

Entre sus  audiciones se destacan  “Gran Parque Radial del Eter”, “Club Musical del Aire” (en 1958) que se emitía de lunes a viernes, de 8 a 11, con música, reportajes, dedicatorias y socios (llegó a tener casi 1.000 asociados con carnet  y datos personales). En esta audición recordaban los cumpleaños u otro aniversario de los oyentes y les dedicaba el programa. “Club Musical del Aire” llegó a tener tanta audiencia que casi no se podía pasar música por la cantidad de avisadores.


Otra de las voces recordadas fue la de  Osvaldo Arabarco. Osvaldo comenzó el oficio en la década del ’60, casi de casualidad, después de su paso por la carrera de medicina. Un día  le pidieron en LU5 que leyera la gacetilla escrita por èl mismo. Empezó a practicar el oficio tipeando en las viejas máquinas de escribir Lexicon 80 y haciendo periodismo de la manera artesanal.

“Todo era mucho más difícil -recuerda- porque la tecnología era muy pobre”. Es que para escribir los panoramas de noticias había que informarse a través de las radios de Buenos Aires. “Era mucho esfuerzo e imaginación”, reflexionaba Osvaldo quien comenzó a escribir “y a contextualizar” las noticias. “Cuando uno informaba tenía que darle al oyente todas las herramientas posibles para que se imaginara los hechos. Ahora es distinto, pero en aquella época era así: todo era creativo, muy romántico”.

La radio, en constante evolución

Cada 20 años, más o menos, la Patagonia se ve invadida por nuevas formas de comunicación que tienen directa relación con la radio. En los años 30 fueron inauguradas las cuatros radios pioneras de la Patagonia, en los 60, un número mayor de radios de amplitud modulada fueron habilitadas, en los 80 hubo una explosión de radios de frecuencia modulada, como en toda la Argentina.  

Con la Ley de Servicios de Medios de Comunicación otras tantas radios fueron habilitadas, incluso la única radio AM sindical del país En el segundo decenio de este siglo las audiciones que se emiten por el internet son una constante, libres de estar atadas a la programación de una radio, lo que marca la tendencia de la radio en su forma de producir y también en su recepción.

La radio en la Patagonia sigue siendo «el medio» de comunicación que esta presente en la cordillera, la estepa los valles y la costa. Es el primer medio de comunicación cuando se trata de información local y el vehículo de los artistas regionales.  A dos años de cumplirse el centenario de la radio en la Argentina, la radio sigue viva, transformándose y muy vigente en esta parte del territorio argentino.