Primera audiencia en el Senado por la interrupción voluntaria del embarazo

Con la presencia de 20 Senadores se inició el debate sobre el  proyecto que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados. Hoy están previsto 24 oradores en un iniciativa que se espera sea votada el 8 de agosto.



 

Ayer la primera oradora fue María Lucila Colombo, ex – presidenta del Consejo Nacional de la Mujer. La expositora recordó su experiencia como titular de esa institución durante el plazo de cuatro años y afirmó: «no creo que el aborto sea un derecho de las mujeres. Tampoco creo que sea un derecho a decidir sobre nuestro cuerpo». En ese punto destacó que «no es que las mujeres decidimos alegremente realizarnos un aborto. Llegamos en crisis y como sucede en las crisis, todas las soluciones son malas».

A continuación hizo uso de la palabra el rabino Fernando Szlajen. El religioso manifestó que «el aborto a demanda no es un problema sanitario, ni jurídico, ni económico, sino que es un problema humano: es el síntoma más crudo de la ética del self donde el individuo y sus intereses son el bien supremo». Szlajen resaltó que «matar a un ser humano, que no amenaza la vida de otro, basándose en un criterio fenómenico por alguna semana de postconcepción resulta antojadizo, careciendo de fundamento racional, científico y moral».

Con posterioridad hizo uso de la palabra el abogado Manuel García Mansilla, máster en leyes de la Universidad Georgetown, EE.UU. El expositor manifestó que tenía «tres objeciones jurídicas a la media sanción proveniente de Diputados».

García Mansilla destacó que «el derecho a la vida desde la concepción está expresamente reconocido en normas de máxima jerarquía de nuestro país. El aborto en cambio es un delito que tiene algunas excepciones de punibilidad. Ese derecho al aborto no existe y no está previsto en ninguna ley vigente». El abogado destacó que «la ley 24.091 y el Código Civil contemplan el derecho a la vida. ¿Qué hace el proyecto con estas leyes? Nada; ni siquiera las menciona para luego derogarlas».

Luego de García Mansilla habló el médico urólogo Fernando Secin. Vistiendo delantal blanco, Secin destacó que «los médicos consideramos que la legalización puede ser un descalabro para el sistema de salud». Con cuadros y proyecciones propias, el doctor Secin afirmó que «se miente con respecto a las cifras ya que no existen 500 mil abortos en nuestro país».

El urólogo consideró que de aprobarse el proyecto, tendría un costo de unos «1.600 millones de pesos equivalentes a 55 millones de dólares que el Estado y las provincias deben asumir». Luego de defender «la objeción de conciencia», y decirle a los senadores que «de legalizar esta ley serían responsables de que en democracia se legalizaría la desaparición de argentinos», concluyó su presentación afirmando que «los recursos públicos no pueden estar asignados para matar».

Al momento de las preguntas la senadora Beatriz Mirkin (Bloque Justicialista Tucumán) le preguntó «en nombre de quién hablaba ya que la objeción de conciencia es individual y no institucional». Secin respondió que lo hacía por la organización Médicos Por la Vida, que nuclea unos mil médicos».

El rionegrino Miguel Pichetto (Bloque Justicialista Río Negro) se dirigió a Secin para cuestionar una de sus definiciones: «Las palabras las tenemos que usar de manera prudente. Después de la trágica historia reciente de los argentinos asimilar al aborto con la desaparición forzada de personas es exagerado».

La senadora Nancy González (Frente para la Victoria – Chubut) cuestionó las cifras presentadas por Secin sobre el costo que tendría la implementación del proyecto en debate y señaló que «el presupuesto de Salud, a lo sumo se vería disminuido en un cincuenta por ciento».

El turno siguiente fue para el doctor Pedro Cahn de la Fundación Huésped. Cahn resaltó que antes de dedicarse a la infectología se desempeñó en terapia intensiva. Recordó también que «cuando apareció el virus del HIV, a mi equipo se lo denominó la patota rosa». En este punto dijo que «la objeción de conciencia manifestado por algunos médicos me recuerda la objeción de conciencia que, de hecho, hicieron algunos profesionales con el tratamiento del HIV. Estamos hablando de abandono de personas».

Cahn subrayó que «el HIV y el aborto están vinculados a los derechos y la sexualidad. No estamos discutiendo sobre el aborto de manera abstracta». Consideró que «la opción no es entre educación sexual, métodos anticonceptivos o aborto, se trata de un paquete de acceso a la salud y a los derechos sexuales y reproductivos que debemos garantizar como política de salud pública». Respondiendo a la senadora Silvia Elías de Pérez (Cambiemos – Tucumán), Cahn destacó que «el feto a las 14 semanas no es una persona. Es cierto que es una vida. Una ameba, una célula también son vida».

Luego del doctor Cahn habló la médica y psicoanalista, Marta Rosenberg, de la Campaña Nacional por el Aborto Legal. Comenzó citado al jurista Andrés Gil Domínguez y dirigiéndose a los senadores les dijo: «ustedes tienen la posibilidad de transformar el dolor en derechos, de eso se trata ser legislador, y claramente hace tiempo que las mujeres, niñas y adolescentes sufren la negación de derechos».

La séptima oradora fue la médica Patricia Rosemberg quien subrayó que desde «1983 a hoy murieron 3.030 mujeres en relación a abortos clandestinos». Muertes que consideró «absolutamente evitables». En su exposición destacó que «ninguna mujer elige hacerse un aborto como método anticonceptivo. Eso es una subestimación hacia las mujeres».

Fuente:  Senado de la Nación